03 mayo, 2020
Efecto Dunning-Kruger
McArthur Wheeler, con 44 años, a mediados de 1990, atracó en pleno día dos bancos en Pittsburgh, sin aparentemente, tapar su cara con ninguna media, tal como indican los manuales del buen ladrón. McArthur Wheeler tenía una “formula infalible” para hacerse invisible ante las cámaras de seguridad: dos amigos suyos, le habían relevado un gran secreto: al frotarte la cara con zumo de limón, ¡te conviertes en invisible ante las cámaras de seguridad!, McArthur Wheeler, antes de cometer el atraco, había probado el sistema, se había frotado la cara con limón y se había sacado una foto con una cámara, y había comprobado que ¡funcionaba!... lamentablemente no se dio cuenta que en la ejecución de su “prueba científica”, había cometido un error: encuadrado mal y esta era la explicación por la que no salía su cara en la foto, no por el zumo de limón. Recuerda que estamos en 1990 y aún no teníamos la pericia que tenemos hoy para sacarnos selfies.
Esta anécdota, tuvo dos consecuencias, la primera es que McArthur Wheeler fue detenido, la segunda dio origen a un Premio Nobel. La historia de McArthur Wheeler llegó a oídos del profesor de Psicología social de la Universidad de Cornell, David Dunning, quién se preguntó:
¿Es posible que mi propia incompetencia me impida ver esa incompetencia?
Ni corto ni perezoso, se puso manos a la obra junto a su colega Justin Kruger. Los resultados que hallaron los publicaron en el Journal of Personality and Social Psychology de diciembre de 1999. Trabajo por el cual ganaron el premio Nobel de Psicología en el año 2000.
Estos dos profesores de la Universidad de Cornell (Nueva York, EE. UU.) realizaron una serie de experimentos, en los que a distintos participantes les pedían que estimaran su grado de competencia en un campo determinado, posteriormente evaluaban su competencia real mediante una serie de tests objetivos. Se dieron cuenta que cuanto mayor era la incompetencia de la persona, menos consciente era de ella. Paradójicamente, las personas más competentes y capaces solían infravalorar su competencia y conocimiento. Así surgió el efecto Dunning-Kruger.
Más a más, determinaron que las personas incompetentes en cierta área del conocimiento:
- Son incapaces de detectar y reconocer su incompetencia.
- No suelen reconocer la competencia del resto de las personas.
La buena noticia es que existe vacuna: la formación. Este sesgo cognitivo, se diluye a medida que la persona incrementa su nivel de competencia ya que también es más consciente de sus limitaciones.
Bonus track 1: Definición Dunning-Kruger (puede considerarse una ley cínica)
Cuanto menos sepas, más confianza tendrás y cuanto más sabes menos confianza tienes
Bonus track 2: Si te encuentras con un “McArthur Wheeler” y no deseas que la conversación vaya más allá, simplemente dile: “He escuchado tu opinión. Gracias”, y zanja el asunto. El mail del viernes tiene un lema que creo que es aplicable a este tipo de personas,
"nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia"
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