Marketing, tecnología y vida

Esta semana me he encontrado una furgoneta taller para la reparación de bicicletas y patinetes eléctricos a domicilio. El emprendedor Roberto Arnaiz lanzó este proyecto en 2021.

Junto al bar en el que muchos días desayuno hay un pequeño taller para la reparación de bicicletas. Lo que me permite observar que las personas que llevan las bicis a reparar no son sus propietarias. Veo a jubilados llevando la bicicleta de sus hijos o nietos a reparar. Veo las dificultades para transportarlas en sus coches. ¡Que difícil es montar la rueda delantera si no sabes! Probablemente el dueño de la bicicleta no pueda llevarla por incompatibilidad de su horario laboral con el de apertura de la tienda. Por eso me ha parecido una gran idea el servicio de reparación de bicis a domicilio. 

Lo mismo que cuando vi la furgo bici aparcada, pedí permiso para fotografiarla, he entrado en su página web, sí ¡soy un cotilla! y veo que intenta vender servicios recurrentes: 

Además, pensando en los costes para el empresario, probablemente sea más económico y fácil montar un taller móvil que un taller físico.

¿Es ecológico el taller bici? En un taller normal, el cliente tiene que hacer un viaje desde su casa al taller y volver a casa para entregar la bici y lo mismo para recogerla. Con este sistema, se desplaza la furgo bici de cliente en cliente, realizando al mismo tiempo la entrega y recogida. Por lo que en conjunto sí me parece más ecológico.

El sistema es de cita previa, lo que le permite al taller móvil saber a priori tanto la marca de la bici como el fallo, con lo que puede presentarse con los repuestos necesarios.

No sé si por secuelas del COVID o por ser una tendencia que ya teníamos, pero sospecho que los consumidores nos sentimos cada vez más cómodos en nuestro hogar.