Marketing, tecnología y vida

Las políticas públicas en el mercado de trabajo tratan de incentivar comportamientos deseables y desincentivar las no deseables.

La división tradicional de las políticas en el mercado de trabajo es en políticas pasivas -destinadas a sostener la renta de los desempleados- y las políticas activas dirigidas a incentivar el empleo

Una clasificación de las políticas activas de empleo, es la que distingue entre las de demanda y oferta:

• Demanda: discriminación positiva con el objetivo de incentivar la contratación a través de subvenciones o incentivos fiscales, de los grupos con mayores dificultades de integración en el mercado laboral (por ejemplo: mujeres, minusvalidos, jóvenes, desempleados de larga duración...)
• Oferta: las que adecuan las cualificaciones del factor trabajo a las necesidades empresariales

En el artículo Dónde están las políticas activas de empleo en España, la catedrática Sara de la Rica, plantea dos ejes de actuación de las políticas activas destinadas a los desempleados en función de la actualización/desactualización de su capital humano:

• Desempleados cuyo capital humano está actualizado: las medidas deben ir destinadas a poner en contacto al trabajador con el máximo número de empresas con vacantes en los puestos de trabajo adecuados a la capacitación del trabajador. Es decir, eficacia en la intermedicación entre oferta y demanda -concepto ligado a la flexiseguridad-
• Desempleados cuyo capital humano debe ser actualizado para aumentar su empleabilidad:  las medidas deben ir destinadas a realizar una formación que sea adecuada a las necesidades de las empresas y que sea evaluada y actualizada permanentemente. 

Implantar ambos ejes de actuación implica necesariamente modificar las herramientas que se están utilizando actualmente y por supuesto un uso intensivo de tecnología.

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