25 agosto, 2020
Un buen gesto una mala palabra
Hoy he pasado por delante de una buena pastelería de Bilbao, y me he acordado de una anécdota que me contó una familiar de los propietarios de esa pastelería.
Durante una estancia en una clínica, la dueña de la pastelería la visitó a su familiar y le llevó unos pasteles, y le dijo:
- "llego un poco tarde, pues he estado esperando al cierre de la pastelería para coger los pasteles que sobraban"
¡Jo!, cuando recibes unos pasteles, te pones contento y das las gracias... pero si te dicen que te dan algo que ha sobrado...
Yo, advierto que soy muy goloso, creo que se ha perdido la costumbre de cuando celebras algo (bodas, bautizos, comuniones, aniversarios...) enviar una docena de pasteles. Me parece que el coste que tienen con el efecto que consigues es muy rentable, si a la docena de pasteles le añades una nota ¡piensa en el texto! no te pase como a la pastelera.
Si yo fuese de una asociación de pasteleros, no tendría en duda que intentaría volver a popularizar la costumbre de mandar pasteles a casa a terceros con motivo como el celebrar algo, el agradecer algo...
En los cursos de venta, siempre digo, que cuando visitas a un cliente, no puedes decir: "pasaba por aquí, y de paso he venido a ..."
Etiquetas: sucedidos, técnicas de venta