08 octubre, 2013
Pon un tiburón en tú vida
En Japón, hay una gran demanda de pescado fresco, a los
japoneses siempre les ha gustado del pescado fresco, pero en las aguas cercanas
a Japón no hay muchos peces.
Para alimentar a la población japonesa, los barcos pesqueros
se empezaron a fabricar más grandes para ir mar adentro. Mientras más lejos
iban los pescadores, más era el tiempo que tardaban en regresar a puerto y el pescado mientras más grande era el barco
menos fresco estaba.
Para resolver el problema, las compañías instalaron
congeladores en los barcos pesqueros. Sin embargo los japoneses percibían la
diferencia entre el pescado congelado y el fresco, como no les gustaba el
congelado tenían que venderlo más barato.
Como solución, las compañías instalaron en los barcos
tanques para los peces. Podían así pescarlos, llevarlos a los tanques y
mantenerlos vivos hasta llegar a la costa, pero después de un corto tiempo los
peces dejaban de moverse en el tanque, estaban aburridos y cansados. Los
consumidores japoneses también notaron la diferencia del sabor porque cuando
los peces dejan de moverse por días pierden el sabor fresco.
¿Cómo resolvieron el problema las compañías japonesas?,
¿cómo consiguieron traer pescado con sabor fresco? Para mantener el sabor
fresco de los peces, las compañías pesqueras los ponen dentro de los tanques en
los barcos, pero también un introducen ¡un tiburón!, un tiburón pequeño. El
tiburón se come algunos peces, pero los demás llegan muy, pero que muy vivos.
Los peces son desafiados, tienen que nadar durante todo el trayecto dentro del
tanque para mantenerse vivos.
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