07 agosto, 2024
Pareidolia
Hoy he comprado una rodaja de bonito. Y al ir a cocinarlo me he asustado ¡parece una cara! Este fenómeno de interpretar estímulos visuales como formas reconocibles, por ejemplo una cara, se conoce como pareidolia.
Aunque los mayores ejemplos son los de interpretar estímulos visuales, también las pareidolias pueden ser auditivas., por ejemplo interpretar el ulular del viento como sonidos de animales. La pareidolia es el emparejamiento erróneo entre una información sensorial y una representación cerebral.
La pareidolia se debe a la tendencia innata del cerebro a buscar patrones y significado en el entorno, una función esencial para la supervivencia y la interacción social. El ejemplo más conocido es la pareidolia facial, debido a la importancia de identificar conocidos y desconocidos, a miembros de nuestra tribu y a enemigos en nuestra vida diaria.
Cuando el cerebro percibe un estímulo visual ambiguo, las áreas asociativas de la corteza cerebral entran en juego para interpretar y darle sentido a la imagen. Este proceso puede llevar a la identificación de figuras familiares en objetos inanimados, como ver un rostro en la superficie de la Luna o en las manchas de una pared.
Desde una perspectiva evolutiva, la habilidad para reconocer rápidamente rostros y patrones en el entorno ha sido crucial para la supervivencia. Esta capacidad permite la identificación rápida de amigos y enemigos, así como la interpretación de señales sociales y emocionales. La tendencia a ver rostros en objetos inanimados puede ser un subproducto de esta habilidad esencial.
¿Podemos aplicar la pareidolia en marketing?
Imagínate que diriges una cadena de restaurantes, en tu publicidad ¿podrías colocar los alimentos en tus platos con patrones que pareciesen rostros sonrientes? Si lo haces ¿generaría un efecto positivo en tus clientes?
Etiquetas: curiosidades, sesgo cognitivo