Sí, a mi me gusta el efectivo. Esta afirmación es más una declaración de principios que una realidad. En la cartera nunca llevo más de 50 €, y el medio más habitual de pago que utilizo es la tarjeta o con el móvil. ¡Contradicciones que uno tiene! Pero, me gusta el efectivo.
Hay un movimiento, que se ha reforzado con la pandemia, cualquier excusa es buena, para ponerle mala fama al efectivo. Este movimiento tiene dos grandes aliados:
- los que quieren rebajar sus costes operativos (bancos, supermercados...) mover efectivo tiene un coste para ellos
- los que ganan dinero con el dinero digital (bancos)
- los que quieren "controlarnos" o sacar provecho con nuestros datos. Aquí esta el gobierno -que sea del color que sea, quiere controlar lo que hacemos los ciudadanos- y las empresa que quieren conocer, aún mejor, nuestros hábitos de consumo.
Los defensores de la eliminación del efectivo, suelen utilizar el argumento "yo no hago nada malo, no me importan que me controlen". Pues yo, ¡no hago nada malo! y sí me molesta que me controlen.
Un amigo mío, trabajador de un importante entidad financiera, quería celebrar su aniversario de boda con un viaje. Fue a la agencia y lo compro. Cuando llegó a casa su mujer ya lo sabía. ¿Cómo? Mi amigo había pagado con tarjeta, y en ese mismo instante, su mujer recibió en su móvil una notificación de la compra. ¡Adiós a la sorpresa!
Hace más de 25 años, trabajaba junto a una marisquería clásica -bueno todas las marisquerías son clásicas-. Desde la barra se veía el comedor. A mi me gustaba observar a los comensales. En muchas mesas había un único comensal. Al terminar, sacaba un fajo de billetes del bolsillo y pagaba. Me gustaba, inventar historias. Pensaba, ese, con el pañuelo en el bolsillo y los anillos, es apoderado taurino, acaba de cobrar el cache del torero y se ha dado un homenaje -está marisquería estaba muy cerca de la plaza de toros-. El rubio, tiene un taller mecánico y hoy ha cobrado del seguro la factura del mes. El alto y delgado, es abogado, y hoy celebra una buena minuta. Este juego que hacía, puede que haya influido en que asocie fajo de billetes a celebración ;)
Por otro lado, el dinero es fiduciario -se basa en la confianza-, ya no está respaldado por oro. Pero por lo menos, el dinero físico (monedas y billetes) está en nuestro bolsillo, el dinero virtual, son ceros y unos. Imagínate que hay un corte de electricidad (o algo peor), ¿Cómo puedes pagar en una tienda con tu tarjeta?
Si quieres regalarme algo, con un clip para llevar un fajo de billetes ¡aciertas!... aunque para 10 billetes de 5 € no sé si será práctico ;)
Por cierto, hace unos días me encontré en un comercio en Bilbao, este cartel de la
plataforma denaria,
en la que tienen nueve argumentos en defensa del efectivo... entre ellos que favorece la inclusión...
Etiquetas: dinero, sucedidos
# escrito por bloger en prácticas @ 10:42