25 agosto, 2018
Mi negocio ¿mis reglas?
Lo primero que quiero manifestar es que creo firmemente, en que un empresario tiene que dar la orientación a su negocio que el considere apropiada. Pero eso no quiere decir, que no pueda estar equivocado.
Hay un pequeño bar, lo que podríamos llamar una degustación, que tiene una importante proporción de clientes que responden al perfil de mujeres que viven en los portales junto a la desgustación, de edad avanzada -aunque hoy nos extrañe, hay una generación de mujeres que les cuesta mucho el entrar solas es establecimientos de hostelería-. Pues bien, el propietario de esta degustación -una persona que me consta con una amplia experiencia en el mundo de la hostelería y que es terriblemente amable con la clientela- tiene una "manía", dar de comer a los gorriones. ¿Donde está el problema? Las clientas "recriminan" al propietario el que está creando una numerosa colonia de gorriones que luego se dedican a "manchar" las sábanas que están secándose en los colgadores.
Yo si fuese el propietario de dicho establecimiento, lo tendría claro.
Etiquetas: pequeño comercio