30 agosto, 2005
Incentivos
En el libro Freakonomics, se cuentan las siguientes anécdotas sobre como los humanos reaccionamos ante los incentivos:
- En los años setenta, investigadores de EE UU estudiaron las motivaciones de los donantes de sangre. Lo que descubrieron fue que cuando se empezó a pagar una pequeña cantidad por este acto de generosidad, las donaciones, sorprendentemente, cayeron. 'El pago había convertido un noble acto de caridad en una forma dolorosa de ganar un poco de dinero'.
- Una guardería tenía un problema: algunos padres tardaban más de la cuenta en recoger a sus niños, lo que causaba trastornos en el centro. La solución que pusieron en práctica: poner una multa por cada retraso. Semanas después comprobaron... que los retrasos de los padres se había multiplicado. Al haber sustituido un incentivo moral por uno económico: los padres podían organizarse con más tranquilidad, porque su conciencia estaba tranquila si pagaban la multa (que por otra parte, era más barata que cualquier servicio de canguro)
La segunda anécdota la he encontrado en ESTRATEgA, y en los comentarios cuentan el siguiente chiste:
- Un hombre mayor, es acosado por las mofas de los niños de la vecindad, finalmente idea un esquema. Ofreció pagar a cada niño un dólar si ellos podían regresar el martes y proferir sus insultos otra vez. Ellos lo hicieron con impaciencia y recibieron el dinero, pero él les dijo que sólo les podría pagar 25 centavos el miércoles. Cuando volvieron, lo insultaron otra vez y recogieron sus cuartos, el les informó que la tarifa del jueves debería ser sólo un centavo. "Olvídalo", dijeron - y nunca se mofaron otra vez de él.