21 agosto, 2025
Nunca luches con un cerdo. Ambos se ensuciarán, pero solo el cerdo lo disfruta
Muchas veces nos dejamos arrastrar por discusiones que no llevan a ninguna parte. Entramos en batallas verbales o emocionales con personas que, en el fondo, disfrutan del conflicto porque es su terreno natural. El problema es que, al hacerlo, nosotros también acabamos “en el barro”: perdemos tiempo, energía y serenidad.
El consejo es simple y poderoso: elige bien tus batallas. No todo merece tu atención ni tu desgaste. Como decía George Bernard Shaw: “Nunca luches con un cerdo. Ambos se ensuciarán, pero solo el cerdo lo disfruta”.
En la vida profesional, personal y hasta en las redes sociales, esta enseñanza nos recuerda que discutir con quien no busca soluciones, sino confrontación, es como querer ganarle una carrera a un pez en el agua: puedes intentarlo, pero estarás en desventaja desde el primer segundo.
La estrategia más inteligente no es pelear… sino no entrar al barro.
En el mail del viernes, una página por la que me paso todas las semanas, lo tienen claro, “Nunca discutas con un imbécil, te hará descender a su nivel y allí te ganará por experiencia”
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