08 agosto, 2023
Control
Siempre que veo unas taquillas, me acuerdo de la siguiente anécdota. Hace muchos, muchos años, teníamos que comprar para el centro de formación en que trabajaba unas taquillas para los profesores. Mi jefe muy enfocado en la microgestión, ¡que bien hablo!, quería decir, un obseso del control. Pensó que el mejor sistema, eran taquillas con llave. Asignaríamos a cada profesor una taquilla, cuyas llaves se custodiarían en recepción. Así que cuando en el centro entraba un profesor, pediría en recepción la llave. Luego la devolvería al salir.
No me podía creer escuchar ese sistema. Por un lado, generaba una tarea innecesaria en recepción, generaba el problema de controlar las llaves y además la responsabilidad del centro sobre lo que pasase sobre las taquillas.
Mi sistema era más fácil. Taquillas con candado. Cada profesor elegiría la taquilla, la que le diese la gana, y le podría su propio candado. Él sería responsable de custodiar la llave o de memorizar la clave del candado. Sólo había una norma, en las vacaciones había que dejar la taquilla libre. En caso contrario...
Post Data: Se adopto el sistema que yo había propuesto. Nunca tuvimos ningún problema. Y ¡no fue necesario comprar la cizalla! Muchas veces se nos ocurren sistemas muy complejos para cosas simples.
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