29 noviembre, 2025
Edadismo, esa enfermedad invisible
Leo en el LinkedIn de Pablo Cobisa, la historia de un canadiense de 61 años que, pese a haber enviado 80 CV, contactado con 60 agencias y recurrido a 150 personas de su red, sigue en desempleo. Al buscar la fuente descubro que procede del diario deportivo AS. Paradójico: un medio deportivo presta atención a un problema que afecta de lleno a nuestra sociedad, mientras los medios generalistas apenas mencionan el drama del edadismo.
El protagonista es Adam Normandin, antiguo director de Recursos Humanos en un banco. Su puesto fue eliminado y, aunque le ofrecieron un trabajo en Toronto, lo rechazó para quedarse en Quebec. Hoy admite que quizá fue un error: a su edad, reubicarse profesionalmente es casi imposible, incluso con una carrera sólida y experiencia directiva.
Su caso no es una excepción. En España, el edadismo laboral afecta a más de 1.500.000 personas mayores de 45 años en desempleo, y el 55% son parados de larga duración (más de un año sin trabajo). Hablamos de talento desperdiciado, de trayectorias truncadas y de personas que quedan atrapadas en un limbo profesional del que cuesta cada vez más salir.
Y aun así, este problema casi no aparece en el debate público. Los medios -televisión, radio, prensa- continúan centrando su agenda en los mismos conflictos políticos, en escándalos repetidos y en tertulias donde ya sabemos qué dirá cada “experto” antes de que abra la boca. Mientras tanto, realidades que afectan a millones de ciudadanos quedan relegadas al silencio.
Me hago las siguientes preguntas
- ¿Por qué los mass media prefieren monotemas previsibles?
- ¿Por qué vemos siempre a los mismos analistas defendiendo a los mismos partidos?
- ¿Por qué una historia que refleja la situación de tantos profesionales sénior solo encuentra eco en un diario deportivo?
Triste, sí. Porque el protagonista de esta historia podría ser tú, podría ser yo, o podría ser cualquiera de los millones de profesionales valiosos que, cumplidos los 50 o los 60, se encuentran ante una puerta que cuesta cada vez más abrir. Hoy es el canadiense Adam. Mañana podría ser cualquiera de nosotros.
Bonus track: "Ahí fuera hace mucho frío"… mucho frío. Quizá la pregunta no deba ser ¿qué hacemos con los desempleados mayores?” sino ¿qué hacemos para que las empresas valoren, integren y aprovechen de verdad el talento sénior?” Porque el problema no está en las personas mayores; está en cómo las organizaciones y la sociedad deciden -o no- reconocer su experiencia.
Etiquetas: edadismo, mercado formación, mercado trabajo, rr.hh.
28 noviembre, 2025
Compramos unidades, no kilos
Hoy, paseando por el supermercado, me he visto un stand de bombones a granel con un precio de 6 €/kg. Hasta aquí nada nuevo. Pero lo interesante es que incluía una tabla que traducía el peso a algo mucho más intuitivo: número de bombones.
Según el cartel, 100 gramos equivalen a 8 bombones, y medio kilo ronda los 40. Una idea sencilla, pero brillante.
¿Por qué? Porque -aunque los economistas insistan en medir por kilos, litros o metros- las personas solemos comprar por unidades. Nuestro cerebro procesa mejor “8 bombones” que “100 gramos”. La psicología del consumo, desde Kahneman hasta Thaler, lo ha demostrado una y otra vez: la información relevante es aquella que reduce esfuerzo cognitivo.
Este sistema me recordó a un cash & carry que visité hace tiempo. Allí no solo te indicaban el precio por kilo, sino también cuántas raciones reales podías obtener. Por ejemplo, de un kilo de secreto ibérico salían aproximadamente cinco raciones, lo que dejaba el coste por ración en 0,89 €. Información clara, directa y tremendamente útil para quien gestiona un negocio… o simplemente para quien intenta ajustarse a un presupuesto.
Etiquetas: argumentos de venta, pequeño comercio, precio
17 noviembre, 2025
Turrón para perros
La histórica marca de turrones El Lobo, con casi 300 años de tradición y 11 generaciones defendiendo una receta icónica, ha decidido este año cometer, a mi juicio, uno de esos errores que en cualquier manual serio de marketing aparecen en la sección de “lo que jamás debe hacerse”.
Sí: han lanzado un turrón para perros con su marca. Tal cual.
Entiendo la tentación: más mascotas que nunca, consumidores humanizando animales, el mercado pet friendly creciendo a doble dígito… Todo eso es cierto. Pero una cosa es aprovechar tendencias y otra es perder completamente el sentido común. Han olvidado que el turrón tiene un gran significado cultural, histórico y simbólico: nostalgia, memoria, celebración, abundancia, identidad cultural…
Marcas sólidas como Nestlé operan en alimentación animal… pero lo hacen bajo marcas distintas, como Purina. Aquí se ha ignorado un principio básico: no mezclar la categoría de alimentación humana con la de alimentación animal. No solo por seguridad —que también— sino por coherencia de marca.
¿Por qué es importante? Porque, como señala David Aaker, no se debe comprometer el capital simbólico de la marca madre entrando en una categoría que no le pertenece. Cuando una marca con tanto capital emocional se desvía hacia territorios que no le son propios, corre el riesgo de generar disonancia y erosión del significado de la marca.
El Lobo, en cambio, ha decidido que su marca —ligada a tradición, repostería navideña y consumo familiar— puede servir indistintamente para humanos y para perros. Una confusión de categorías que no solo es torpe, sino peligrosamente amateur.
Como consumidor y como alguien que espera un mínimo de coherencia en las decisiones de marketing, lo tengo claro: este año, como siempre, turrón sí, pero El Lobo no entra en mi casa.
Que experimenten todo lo que quieran… pero no a costa de diluir casi tres siglos de reputación por un experimento canino mal planteado.
Postdata: El tiempo dictará sentencia: o este “turrón perruno” acaba expuesto en el Museo del Fracaso, junto a productos como la pasta de dientes Colgate sabor lasaña, o resulta ser un éxito inesperado… y entonces me tocará comerme mis palabras.
Etiquetas: diversificación, innovación
03 noviembre, 2025
La utilidad de la inutilidad
“Un árbol torcido vive su propia vida, pero un árbol recto se convierte en madera”
El árbol recto simboliza la empresa útil pero sustituible
- Las aerolíneas de bajo costo que ofrecen servicios cada vez más similares.
- Los bancos minoristas atrapados en estructuras regulatorias y tecnológicas que los hacen casi intercambiables.
- Las cadenas de retail cuya propuesta de valor se limita al precio o la conveniencia.
El árbol torcido simboliza la organización imperfecta pero única
- Patagonia, cuya estrategia de “no crecimiento” y defensa ambiental desafía las normas del capitalismo tradicional, generando una lealtad inusual.
- Tesla, que reinventó el imaginario del vehículo eléctrico desde la aspiración y la innovación radical, y rompió el mantra de que el coche eléctrico tenía que ser barato.
- LEGO, que resurgió no como fabricante de juguetes, sino como creador de universos creativos e intergeneracionales.
La utilidad de la inutilidad: del Tao al management contemporáneo
- Diferenciación auténtica: lo que hace a una empresa distinta no siempre es “útil” en sentido económico, pero sí vital en términos identitarios (Hamel & Prahalad, 1994).
- Nichos estratégicos: las empresas que escapan a la lógica del mainstream sobreviven mejor en ecosistemas turbulentos (Hannan & Freeman, 1977).
- Blue Ocean Strategy: crear mercados donde la competencia resulta irrelevante (Kim & Mauborgne, 2005) es, en esencia, elegir ser un árbol torcido en un bosque de árboles rectos.
Implicaciones para la gestión y el liderazgo
- Preservar la imperfección: lo no estandarizado, lo artesanal, lo local, pueden ser reservas de autenticidad.
- Valorar los procesos lentos: no toda eficiencia es virtuosa; la rapidez puede destruir el valor simbólico o relacional.
- Redefinir métricas: la obsesión por el ROI o los KPIs trimestrales puede “cortar” árboles antes de tiempo.
- Fomentar la disidencia estratégica: permitir que algunas áreas o personas piensen distinto, incluso si parecen “inútiles” para los objetivos inmediatos.
En resumen...
Etiquetas: management, ventajas competitivas




